Por: Carmen Santos, odontóloga
Los niños con necesidades especiales tienen mayor riesgo de sufrir problemas de salud bucal, ya que requieren una ayuda extra y dependen de otros para conseguir y mantener una correcta limpieza.
Hay algunos factores que contribuyen a una salud bucal deficiente en estos ninos como la genética que puede originar defectos en el esmalte de los dientes, pérdida de dientes, ausencia y mala alineación. Otro factor es la limitación física ya que algunos niños que no pueden masticar o mover la lengua apropiadamente no se benefician de la acción de limpieza natural de la lengua, de los músculos de la mejilla, y de los labios. La dificultad para cepillarse y usar el hilo dental en aquellos niños con mala coordinación motriz, el flujo salival reducido en aquellos niños que necesitan ayuda para beber y que tal vez tomen menos liquidos que otros niños y no tengan la suficiente saliva en la boca como para ayudar a deshacerse de partículas de alimentos y la acción de los medicamentos que utilizan que son generalmente endulzadas y permanecen en la boca por un largo periodo de tiempo y que incrementa la posibilidad de aparición de caries.
Los padres debemos saber cual es la función de cepillar los dientes correctamente a nuestros hijos ya que un adecuado cepillado nos quita la placa bacteriana que cubre dientes. Una dieta bien balanceada y los dulces limitados también promueven una buena salud oral.
Los padres debemos saber que los niños pueden desarrollar malos hábitos dentales después de que sus dientes de leche aparezcan como por ejemplo chuparse el dedo, comerse las uñas o rechinar los dientes. Además, a los niños les encanta comer los alimentos azucarados.
Una dieta bien balanceada y los dulces limitados también promueven una buena salud oral.
Para lograr ayudar a los niños con necesidades especiales a realizar un correcto cepillado, es importante el lugar que se escoja y una vez que encuentre el lugar que le resulte más cómodo, utilice todos los días la misma técnica, a la misma hora y en el mismo lugar. A su hijo le resultará más fácil incorporar los cuidados dentales a medida que se vaya acostumbrando, y es posible que la rutina ayude a disipar algunos miedos.
Si su hijo puede cepillarse por sí solo, pero necesita algún tipo de ayuda, pruebe con alguna de las siguientes ideas creativas:
- Haga que sostener el cepillo dental sea más fácil y para esto podemos hacer más grande el mango del cepillo dental de la siguiente manera: Haga un corte en una pelota de tenis y colóquela en el cepillo para que resulte más fácil agarrarlo o Coloque un mango de bicicleta o un tubo de espuma en el mango del cepillo para lograr un mejor agarre. También Pruebe con otras opciones de cepillos dentales, como un cepillo dental eléctrico, que podrían facilitar el cepillado.
- Asegúrese de que el lugar donde se encuentra y la luz permitan ver fácilmente cada diente.
- Utilice un cepillo dental con cerdas suaves y poca cantidad de pasta dental. Si su hijo tiene problemas para tragar o le molesta la pasta dental, cepille solo con agua.
- Cepille la cara externa, interna y superior de cada diente realizando movimientos cortos hacia atrás y hacia adelante haciendo pequenos circulos.
El hilo dental limpia los espacios entre los dientes y remueve los restos que un cepillo dental no puede alcanzar. Muchos niños con discapacidades necesitan de la ayuda de un padre para pasarse el hilo dental. Pasarse el hilo dental con éxito requiere mucha práctica. A continuación, brindamos algunos consejos para facilitar la tarea:
- Enrolle un poco de hilo dental alrededor del dedo mayor de cada mano.
- Agarre el hilo dental entre el pulgar y el dedo índice de cada mano, y deslice suavemente el hilo entre los dientes hasta que toque la encía. Arquee el hilo alrededor de cada diente y colóquelo por debajo de la encía, deslizándolo hacia arriba y hacia abajo de cada cara del diente.
- Ajuste el hilo a medida que cambia de diente, a fin de que el hilo esté limpio para cada diente.
Realizar visitas regulares al dentista es básico e importante. Las citas con el dentista y las limpiezas profesionales regulares pueden identificar posibles problemas antes de que provoquen dolor y molestias. Al igual que con los cuidados dentales en el hogar, es importante que su hijo se sienta cómodo en el consultorio del dentista. A veces, resulta una buena idea solicitar una visita, pero sin que se realice ningún tratamiento para que el niño pueda conocer al dentista, sentarse en la silla dental y recibir instrucciones para la higiene bucal.
Recibir atención odontológica debe convertirse en una acción natural, sin temores ni angustias y que se realice periódicamente, pues de ello depende en gran medida la salud oral de nuestros hijos.
Los padres no deberán usar al dentista como un arma disciplinaria para el control de sus hijos. Los padres deben educar al niño para que éste vea en el dentista a un amigo y a un consejero de su salud que quiere ayudarlo.